La presa de Cornalvo, en Mérida, fue construida en la época Romana, en el siglo II, para el abastecimiento a Mérida. Desde entonces, hasta hoy y de manera ininterrumpida se han construido en España presas de regulación en todas las épocas y contextos históricos y culturales. Ha sido la variedad meteorológica de nuestro país, junto con su particular orografía y la incesante búsqueda del bienestar social lo que ha propiciado la construcción de un gran número de presas.

En efecto, la regulación de los ríos y la escorrentía superficial, por necesidad, se ha convertido en un aspecto esencial para comprender el devenir histórico de la nación y su progreso.

La construcción de presas de embalse se ha constituido en un oficio centenario que forma parte de nuestra idiosincrasia, nuestra historia y nuestra cultura. La evolución y avance de las tecnologías asociadas, el incremento paulatino y constante del conocimiento y la mejora tecnológica en general definen la manera en que este oficio se ha ejercido a lo largo de los siglos en España. Hemos hecho de la necesidad, virtud.

El Comité Nacional Español de Grandes Presas (SPANCOLD en su acrónimo inglés) fue creado en 1955 como órgano colegiado de la Administración Pública -La Administración Pública es la principal titular de presas en España- y está formado por una variedad de profesionales dedicados a la ingeniería de presas en sus fases de proyecto, construcción y explotación. La promoción del avance tecnológico, el intercambio del conocimiento y la difusión del papel que las presas juegan en el bienestar humano, social y ambiental son sus principales líneas de actuación.

El Comité Nacional Español de Grandes Presas se integra, desde su creación, en la Comisión Internacional de Grandes Presas (ICOLD en su acrónimo inglés), organización de referencia internacional en la que SPANCOLD ha jugado y juega un papel muy relevante. Dos ingenieros españoles, José Torán y Luis Berga han alcanzado su presidencia.

Actualmente, en un contexto de cambio climático, la necesidad de regulación de los recursos hidráulicos superficiales -la necesidad de las presas de embalse- se proyecta al futuro con la máxima fuerza. La garantía del servicio de agua, para todos sus usos (humanos y ambientales), la defensa contra las inundaciones ante una meteorología cada vez más irregular, así como la criticidad de la energía hidroeléctrica (única fuente de energía renovable, regulable y alineada con la transición energética) así lo determinan.

El Comité Nacional Español de Grandes Presas mantiene su máxima vigencia cómo órgano que integra y representa a los profesionales de la ingeniería de presas en la actual sociedad española, democrática, participativa y ambientalmente sensible, así como en la promoción y difusión de las mejores prácticas en el diseño, construcción y explotación de grandes pesas.